4/01/23

Con el sueño (onírico) de hoy, termino concluyendo que no hay posible relación perfecta, de amor y respeto absoluto, del hijo hacia el padre en esta tierra. Un hijo varón siempre tendrá algo de rencor hacia su padre. Aunque no sea consciente de ello, o no lo reconozca. El padre no podrá evitarlo, porque es un evento natural que nos acontecerá siempre a padres y a hijos en esta tierra. La posición de educador (poder), que mantiene el padre durante los años de niñez y juventud de los chicos, abrirá un pequeño o gran rencor hacia el padre. Y el chico será padre, y también sentirá esto, a pesar de prometer no cometer los mismos errores que su padre. Y el padre seguirá amando incondicionalmente a sus chicos, a pesar de que, alguna vez, sospeche -o detecte directamente- ese rencor que en su hijo existe. Porque para tu hijo algo hiciste mal, sin duda. Y ese algo, para él, será la causa de alguna de sus futuras ansiedades.

La única solución es el perdón mutuo. Perdonar y amar, a pesar de lo que el ego quiere que hagas y digas. Y también dejarlos volar.

Hijos, seguiré trabajando para amarme con mis miserias e imperfecciones, porque será la única forma de seguir luchando, y será, también, la única forma de que algún día sintáis, ya definitivamente, que hice lo que pude desde mi humilde posición de ser humano. Haced lo mismo: sed amorosos con vuestros hijos, aunque no lo consigáis al 100%. El triunfo será subir un peldaño más.